novedades
 SEARCH   
 
 

02.01.2018 Críticas  
Feliz reencuentro con una pieza evolutiva

La Sala Beckett recupera un montaje de Clàudia Cedó que todavía sigue cautivando tanto a los que repiten como a los que se aproximan a él por primera vez. Tortugues: La desacceleració de les partícules mantiene su capacidad de sorpresa y se corona como muestra estilística de la autora.

Cedó es una autora que sabe tomar la distancia necesaria de su propia obra cuando se propone dirigir sus textos para extraer lo mejor de los mismos y ofrecerlos de la mejor manera posible al público. En este caso, el texto facilita muy hábilmente que dos historias convivan en escena en un mismo espacio y tiempo. Cómo mezclar un vocabulario científico con la convivencia de varios géneros como podría ser la comedia con toques dramáticos e incluso la ciencia ficción es algo que muchos autores (y en muchos lugares) llevan tiempo intentando. Que la solución resultante sea prácticamente perfecta no lo han conseguido casi nunca. Cedo sí. Esta simultaneidad y jugar a disfrazar a los personajes en escena es algo que aquí se promueve y distingue al resultado final.

La adecuación al espacio y la proximidad con el público crean un ambiente muy especial. El cambio de perspectiva escenográfica resulta muy positivo y multiplica los puntos de vista. En la sala donde se estrenó la pieza, la presencia del público a dos bandas obligaba a situar acción, personajes y decorado a lado y lado. Aquí, se puede disfrutar de una escenografía artesanal y captar hasta el mínimo detalle. El trabajo de Elisenda Pérez se muestra, pues, en todo su esplendor. Lo mismo sucede con la iluminación y espacio sonoro de Lluís Robirola y Xavi Gardés, que propician que las entradas y salidas sucedan con el secretismo necesario, y el vídeo de Lluís Robirola y Roser Blanch. Todo sucederá a un palmo de nuestras narices y esta cercanía promueve que la implicación del público se active desde el primer momento.

El trabajo de Cedó con los intérpretes es también muy destacable. Todos ellos han sabido aprovechar el asesoramiento físico de Vanessa Segura para trabajar la velocidad con la que realizan sus movimientos, individualmente y por parejas. Se necesita de una especial concentración para que cada personaje lleve su propio ritmo (algo que hay que descubrir en persona) y los cuatro lo consiguen con creces. El tono empleado es siempre el óptimo, sin caricaturizar en exceso. Àlex Brull y Alícia Puertas humanizan a esta pareja de científicos de un modo muy especial y Clara Cols persiste en un personaje que va in crescendo y se desarrolla al mismo ritmo que la representación. Dani Arrebola ofrece una interpretación excelente, probablemente una de las mejores de esta y de cualquier temporada en la que se represente la función. Él es el verdadero embajador y alma de la propuesta y triunfa al mostrar la involución (¿o evolución?) de su personaje. Neurótico al principio y animalizado al final, su trabajo corporal y gestual es impresionante. Lo mismo su elocución. Impresionante.

Mención especial para el vestuario de Iztok Hrga. De la originalidad de las piezas intercambiables entre personajes (ojo al movimiento en estos momentos, pura coreografía escénica) a los expresivos disfraces que comentábamos antes. El teatro de Cedó es arriesgado tanto argumental como formalmente. De un agreste disfrazado de cordialidad muy particular. La labor de Hrga sabe cómo entender y apoyar este modelo estilístico de un modo muy adecuado.

Finalmente, que la Sala Beckett muestre tan abiertamente su camaradería hacia la Sala Flyhard como centro de creación y producción es algo muy importante. A día de hoy, que las obras encuentren el espacio escénico adecuado y que los ciclos de exhibición no sean algo hermético es imprescindible. Más teniendo en cuenta su adscripción a catalandrama.cat, ese espacio donde compartir traducciones sobre teatro catalán contemporáneo. Tortugues: La desacceleració de les partícules es una propuesta cuyo contenido y continente miran de frente a una universalidad dramática contemporánea que no debería tardar en dar el gran salto internacional.

Crítica realizada por Fernando Solla

Volver


CONCURSO

  • COMENTARIOS RECIENTES