El nombre Joaquín Cortés es sinónimo de éxito, de espectáculo, de flamenco internacional. Trae a Madrid, al Teatro Rialto, su última creación. Esencia es un show que mezcla y fusiona la danza contemporánea con el flamenco de siempre. Espectáculo que derrocha fuerza por los cuatro costados.
Joaquín Cortés inicia el espectáculo entrando por el patio de butacas. Mira al respetable y de ahí a un duelo entre flamenco y danza contemporánea con Nicolas Rambaud. Hay que elogiar el trabajo de Nicolas Rambaud en este duelo y en la coreografía que bailará en solitario en otro fragmento del espectáculo. De ahí pasaremos al sugerente número de las sirenas, donde las bailarinas transformadas en estas misteriosas criaturas nos seducirán con sus movimientos. El show que tiene un frágil hilo conductor nos irá poco a poco dando más de la ESENCIA de Joaquín Cortés, para finalmente darlo todo en un intenso y potente tramo final, donde el bailarín saca la artillería que le ha hecho valedor del reconocimiento mundial.
No siendo yo un gran experto en baile flamenco, no puedo erigirme en juez de si lo que hay en esencia es un show de puro flamenco. Entiendo que no lo es. Hay mezcla de estilos y de músicas. Ahora bien, que la ESENCIA del flamenco está en escena no me cabe duda.
Joaquín ya no baila a pecho descubierto. Todos tenemos grabados en la retina esas icónicas imágenes que le catapultaron a la fama. Bailando entre sudor y luciendo cuerpo. Pero no necesita Joaquín Cortés rasgarse la camisa. El poder reside en su carisma y en la fuerza y dominio del taconeo. Indiscutiblemente la presencia escénica de este icono del baile consigue la atención y el respeto.
Toda la música suena en directo, una banda donde no solo hay los instrumentos típicos del flamenco, sino que se mezclan trompetas y saxofones, baterías y guitarras eléctricas. Un grupo de cantantes en estado de gracia y un amplio cuerpo de baile hacen de este show un show en mayúsculas.
Joaquín es generoso y a pesar de confesar que estaba bailando lesionado no escatimó en bises y en entrega sincera. Ahí está la ESENCIA de un grande, y Joaquín Cortés lo es.
Crítica realizada por Moises C. Alabau
