Qué suerte la nuestra que el sábado pudimos pisar de nuevo la alfombra roja del Festival Jardins de Pedralbes. Desde luego, la noche de ayer no se quedó atrás: nos calzamos los tacones, el vestido largo y tras atravesar los jardines tal elegantemente decorados, dimos un fuerte aplauso a dos grandes voces: Noa y Pasión Vega.
Noa y Pasión Vega se dejaron unir por un mar y ayer entonaron su proyecto conjunto Mediterráneas, proyecto que viajará durante el verano por nueve escenarios más de punta a punta del sur de España.
La amistad entre ambas nació tras la petición de Pasión por que Noa colaborase con ella en la “Sonata de la luna en Marrakech”, mientras grababa su último disco “Pasión por Cano”. Qué gran elección hiciste Pasión, qué grandiosa es Noa. Carismática y artista de los pies a la cabeza, pasando por sus manos que, como si estuvieran acompañadas de un canto de sirena, hipnotizaron al público.
Abrieron el concierto juntas con “Mar nuestro” y se alternaron cantando en solitario y en pareja. Noa nos sorprendió con un discurso en catalán y varias introducciones en un castellano casi perfecto. Cantó en hebreo, árabe, castellano e inglés, aprovechó para demostrar que su gran voz sienta magníficamente a cualquier idioma. Aprovechó, y tras los tres primeros temas, introdujo a todos y cada uno de los músicos que estaban en el escenario y transmitiendo un mensaje alentador y cargado de positivismo sin dejar atrás la concienciación social sobre la actualidad. Ahí es donde se percibe su faceta de embajadora de Buena Voluntad.
El dúo pronto se convirtió en trio cuando los temas de Joaquín Sabina tomaron protagonismo, dando pie a que la malagueña aprovechase para homenajear a Camarón con un tema suyo. No nos pudimos olvidar de esa Pasión Vega reina la copla con “Y sin embargo te quiero”, con un toque interpretativo que resultó un poco artificial. Mientras que Pasión titubeaba en algún discurso, Noa enseguida cogía las riendas y a ritmo de percusión nos dejaba con la boca abierta, no sólo con su habilidad rítmica sino por ese disfrute que transmitió durante todo el concierto.
¡Sorpresa! Mientras entonaban “Nací en el mediterráneo…” apareció el maestro Serrat y se sumó a ellas. Elogios, elogios y más elogios que se siguieron de “Lucía” con Pasión y “Es caprichoso el azar” con Noa.
La noche del sábado, fue dulce como el olor del jazmín que allí se respiraba, cargada de pasión y sobre todo cargada de mucha Noa.
Crónica realizada por Milena Vázquez
