Guitar Bcn cuenta con una extensa programación que va desde la sala Bikini hasta el Apolo pasando por Barts. Y allí es donde nos dejamos ver para poder ver el brillante show de Russian Red, un concierto lleno de sorpresas.
Ante una sala llena hasta lo alto del anfiteatro, nos encontramos ante un formato de concierto distinto a lo que muchos estamos habituados, pues la música de Russian Red está pensada para que los asistentes disfruten del directo sentados y se dejen llevar con los ojos cerrados con la hipnotizante voz de la cantante.
Como si del salon de casa se tratase, el escenario contaba con una acogedora decoración entre sillas, mesas y tabureres blancos. Todo esto complementado con una alfombra en el centro sobre la que se posiciona la cantante. Un manto de tiras doradas acaba dándole brillo al escenario. Rodeada por su banda, podemos decir que a la madrileña no le faltó brillo en absoluto, pues tanto ella como la banda lucían ropa acorde con el escenario de Barts, ropa brillante y trajes blancos.
Pero ni las luces ni la preparación de la sala son comparables al brillo de la voz de Russian Red pues sin duda podemos decir que su directo supera con creces sus trabajos. Con un estilo muy peculiar y difícil de definir, podemos ver sus influencias más jazz con toques de los 80 y que, a pesar de su indiscutible triunfo, puede resultar algo monótona. No obstante, el show es de lo más dinámico y combina pequeñas representaciones teatrales entre temas e intros, letra recitada e interpretaciones más cálidas a voz y guitarra. Y es que su cálida voz se abría paso entre los instrumentos de la banda dándole un toque intrigante a la vez que, durante algunos temas, tocaba la guitarra.
La madrileña no dudó en regalarnos un bis en el que únicamente salió con dos guitarras y acabó ella sola llenando el escenario con su presencia y, para nuestra sorpresa y durante unos instantes, sin micro.
Un concierto que sin lugar a dudas ha sido un regalo para los seguidores de Russian Red.
Crónica realizada por Nina Delgado
