Una pesadilla que se repite atormenta el descanso de Blanca, la transforma y la traslada en tiempo y espacio. Blanca sueña a menudo con dos mujeres encarceladas en la posguerra, un bebé y una dolorosa muerte. ¿A quién no le quitaría el sueño un argumento así? Y es que Blanca tiene miedo a soñar pero también le da miedo su vida.
Blanca vive en Barcelona, su estado civil es: enfadada, su vida familiar es: enfadada y en el trabajo se enfada cada día. Necesita respuestas a sus pesadillas para encararse a la realidad.
BLANCA DESVELADA es un monólogo creado por la misma actriz principal, Alejandra Jiménez Cascón. Una obra con más de 10 personajes y una sola actriz. Qué fácil parece confundirse cuando interpretas más de uno, en cambio, para Alejandra parece pan comido y alardea de este ejercicio interpretativo desdoblándose en edades, acentos y épocas.
Montse Bonet dirige esta coreografía dramática en la que el espacio entre personajes se diferencia perfectamente y fluyen minuciosamente creando un monólogo teatral con infinitos detalles.
La historia de Blanca está llena de altibajos emocionales que se traspasan a la piel de los espectadores ayudada únicamente por un banco con ruedas que nos atrapa en un viaje narrativo separado por saltos temporales donde dos mujeres de épocas diferentes comparten sentimientos.
Esta obra de teatro se estrenó en Barcelona por primera vez en 2015 y ya ha conseguido dos grandes reconocimientos por su interpretación: quedó finalista en el Premio Memorial Margarita Xirgu en 2015 y fue candidata finalista en los Premios Max en 2016.
Por las butacas de la Sala Fénix corría estos días, a modo de aplausos, un reconocimiento a la devoción, al talento y al duro trabajo que desarrolla Alejandra con su historia, que puede ser nuestra historia y que en su día fue de otra.
Blanca se desvelará para vosotros hasta el próximo domingo 26 de febrero en la Sala Fénix para haceros disfrutar de una historia humana, interesante y con una interpretación brillante.
Crítica realizada por Milena Vázquez
