La música está mucho más presente en nuestro día a día de lo que podemos llegar a imaginar. ALLEGRO, un espectáculo musical a cappella nos muestra este hecho. Desde el humor y la parodia. La compañía Cor de Teatre ofrece un show tremendamente agradable.
Paco Mir, integrante de Tricicle, dirige este divertido espectáculo, que cuenta con un elenco de voces fantásticas que nos van a hacer viajar en el día a día del protagonista. Un personaje al que acompañamos desde que se levanta y apaga el despertador. De ahí en adelante le acompañaremos al gimnasio, a una cita romántica, a un funeral. Una serie de gags tremendamente bien pensados e hilvanados que hacen que el show fluya con maestría.
Un amplio reparto de catorce voces que empastan con solvencia. Siempre desde el humor. Un trabajo de teatro gestual hecho con elegancia. La platea empatiza y se implica desde el primer momento. Sin una escenografía descomunal, con unas simples piezas, y un buen juego de iluminación nos van a plantear situaciones verdaderamente descacharrantes.
Las melodías acompañan en todo momento, no hace falta que las mismas tengan letra. La elección de las mismas, entonadas a cappella consiguen que las identifiquemos enseguida. Piezas del repertorio operístico clásico que van desde “Pequeña serenata nocturna” de Mozart a “Claro de luna” de Debussy.
ALLEGRO es un espectáculo en apariencia sencillo, con la consabida pretensión de entretener. Lo consigue con creces y dejando la sensación de querer más. La hora y pico se hace corta y eso siempre es bueno. Un homenaje a esa compañera de viaje a la que a veces la hacemos poco caso: la música. Un viaje que se ha podido disfrutar en la abarrotada Sala Verde de los Teatros de Canal y que esperamos que regrese pronto a la cartelera madrileña.
Crítica realizada por Moises C. Alabau
