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20.01.2017 Críticas  
El humano tras el nombre en HISTÒRIA

Un regreso a las aulas en forma de obra de teatro, HISTÒRIA nos invita a reflexionar sobre el tema que da nombre a esta obra. Una búsqueda de lo humano dentro de la historia a través de una investigación biográfica sobre el historiador francés Marc Bloch.

Cuando me preparaba para ver HISTÒRIA, de la compañía Sixto Paz, me llamó la atención una frase al final de la descripción de la obra: “espectáculo recomendado por el Servei Educatiu del Teatre Lliure”. Y con razón. HISTÒRIA es una lección que nos educa sobre cómo debemos interpretar los rastros de nuestro pasado a través del foco individual de cada una de aquellas personas que formó parte de la historia. Se trata de todo un elogio a la labor historiográfica, no sólo como elemento de comprensión y de mejora de la sociedad, sino también como espejo de la voluntad humana a luchar contra el olvido.

La obra se inicia cuando un estudiante de Màster de Historia (Pau Roca) recibe de su profesor (Miquel Gelabert) el encargo de estudiar la figura de Marc Bloch, historiador francés del siglo XX y combatiente de la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. En especial, le pide que esclarezca los acontecimientos de la ejecución del francés por los nazis. Durante su investigación, el estudiante entabla una relación amorosa con la hija del profesor (Vicky Luengo) que por otro lado nos enseña el drama familiar que se esconde tras la ilustre figura del académico profesor. Este triángulo dramático de personajes, enroscados sobre la historia no-ficticia de Bloch, desenvuelve toda una narrativa de humanidad, aciertos y errores y puntos de vista de los que no todos podremos llegar a conocer.

La obra es toda una apología a la objetividad histórica, sin asumir y sin querer generar nuevas narrativas más allá de los puros hechos. En varias ocasiones durante la representación se abandona un poco el formato obra de teatro para convertirse en una verdadera clase de Historia. Hay muchas citas a ensayistas e historiadores, lo que demuestra el carácter culto e intelectual de HISTÒRIA, sin que por ello se intuyan tintes de elitismo. A través de este trabajo biográfico sobre Marc Bloch, trabajo insistente pero necesario para conseguir el objetivo de la obra, podemos ver la humanidad que subyace en estas figuras, cuyas vidas, aunque complejas y vívidas por sus cercanos, no dejan de ser finas líneas en el gran libro de la historia.

Por otro lado, el drama interno que se genera entre los tres personajes sirve como contrapunto realista a la investigación que se lleva a cabo. Al principio parece una interacción algo forzada, que no termina de encajar bien con el objetivo de la obra, pero al final sirve como refuerzo del carácter humano que se le quiere dar. Un recuerdo bastante emotivo, pero humilde, de la vida de una persona que, aunque haya quedado grabada en algunos libros, sigue siendo una persona al fin y al cabo.

Crítica realizada por Rubén Recio

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