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01.12.2016 Críticas  
Los sueños del titiritero

La Sala Fènix de Barcelona nos trae, dentro del marco del “Cicle de titelles per a adults”, GABINETE ONÍRICO, creado e interpretado por Ángel Navarro, de la cia. Saco de Huesos, se trata de un espectáculo muy cuidado donde las marionetas de hilo son las protagonistas y donde pudimos deleitarnos con el gran dominio del autor y las histórias que sus creaciones nos cuentan.

Nos encontramos ante el taller del titiritero, dónde se pueden observar distintas escenografías y elementos para la creación, marionetas y demás elementos de atrezzo. Por doquier hay retazos de madera y serrín, fruto de su incesante trabajo, así como diseños a medio acabar. Una vez se despierta, comienza a trabajar en algo, de forma distante pero centrado en lo que hace, como si su sueño le hubiese dado la respuesta que buscaba y, de repente, sus marionetas comienzan a tomar vida para deleitarnos con sus historias variopintas.

Se abandona el taller del artista para adentrarse en un mundo onírico, quizá en parte un reflejo de los sueños y pesadillas de su creador, del soñador. Un mundo en el que podemos disfrutar de tres historias distintas, protagonizadas por una gama de personajes peculiares movidos por los hilos: un hombre triste y un esqueleto alegre; un dragón y una mujer en un desierto y un funambulista/pianista cansado de todo, entre otros, que nos acercan a este lugar onírico donde todo es posible. Títeres que suspiran, cantan y vuelan, que nos cuentan historias cargadas de sentimientos de todos los tipos y que logran llamar nuestra atención y sacarnos una sonrisa, o incluso tocarnos la fibra sensible.

GABINETE ONÍRICO es, sin dudas, un espectáculo repleto de poesía y mensaje, a las veces que una gran demostración de maestría impecable y expresividad, Ángel Navarro demuestra un dominio de los hilos impresionante, así como una gran capacidad para contar historias que lleguen a todos los públicos. También cabe destacar que pese a que carece de texto, la puesta en escena está muy bien trabajada y los efectos de luces y sombras, junto con la música que acompaña a cada história, logran adentrarnos todavía más en este mundo de sueños. Finalmente, mencionar también la amable y atenta gestión de la Sala Fènix, quienes nos invitaron a un pica pica y a unas cervezas tras el espectáculo e hicieron que nos sintiéramos como en casa.

Crítica realizada por Marc Dalmau

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