El Teatro Almeria nos presentó el pasado sábado 12 CONSTELLATIONS, una romántica historia sobre el libre ir y venir de la amistad. También es una historia sobre la teoría cuántica de multiversos, del amor y de la miel.
Buscando en el diccionario, veo que hay varias definiciones para la palabra constelación – cuerpos en el universo, reunión de personas conocidas o configuración de ideas.- En el contexto de esta obra, creo que el escritor Nick Payne ha estudiado más el último de estos, o incluso la conexión entre los secretos íntimos de cómo funciona el universo y cómo se relacionan los simples mortales. Aún así no me queda claro, porque la estrategia y metodología empleadas en la obra no son fáciles de descifrar con total exactitud. Sin embargo, es una estrategia fascinante.
La trama de esta obra se basa en una noción científica de cómo podríamos estar viviendo en uno de los muchos universos que coexisten simultáneamente. Por lo tanto, puedo estar aquí escribiendo esta crítica y otra Milena, en algún otro universo también podría estar escribiendo pero con una perspectiva muy diferente y usando palabras completamente diferentes. La idea sugiere un multiverso en el que diferentes resultados para el mismo evento son posibles. Eso proporciona el marco conceptual para las interacciones entre las dos personas en la obra.
Marianne y Roland se encuentran en una fiesta. Roland es apicultor y Marianne es una científica que trabaja en el campo de la cosmología cuántica. Eso también proporciona otra conexión con el universo. Primero, vemos a Roland y Marianne iniciando una conversación cuando se encuentran por primera vez. Entonces, las luces parpadean un poco, la acción se congela, y luego vemos la misma escena repetida. Pero esta vez, las reacciones de los personajes son diferentes y usan diferentes palabras para expresarse. Vemos la misma escena repetida tres veces, antes de que la historia continúe y la relación entre Marianne y Roland se desarrolle.
La repetición en CONSTELLATIONS puede parecer poco atractiva, después de todo, ver la misma escena varias veces no suena tan emocionante. En realidad, es la repetición la que proporciona gran parte del humor cuando los personajes intentan nuevas maneras de expresar la misma emoción, o la misma situación se desarrolla en una dirección diferente. Una vez que hemos visto una versión, la siguiente alternativa tiene un resultado más humorístico.
El valor de la obra no se refleja simplemente en el tiempo de ejecución del espectáculo. Lo que realmente importa es lo que sucede en ese tiempo. La actuación tiene que ser una de las cosas más importantes que todos buscamos en cualquier espectáculo y en este caso tanto Rebecca Ronayne como Joshua Zamrycki son impávidos ya sea por los desafíos técnicos o por las situaciones emocionales que la obra les ofrece, proporcionando actuaciones totalmente absorbentes.
De alguna manera, todos hemos experimentado algunas sensaciones que se tratan en esta obra. ¿Cuántas veces te has preguntado cuál habría sido el resultado si hubieras hecho algo diferente? Dejando el teatro, es difícil no pensar en múltiples situaciones y no será una experiencia indolora.
En definitiva, con CONSTELLATIONS Nick Payne introduce un elemento de certeza del que ninguno de nosotros puede escapar, incluso en un multiverso, y añade un sobrio elemento a la obra y una profundidad considerable para representar las numerosas escenas variables sin desenlace.
Crítica realizada por Milena Vázquez
