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04.11.2016 Críticas  
Tiempo suficiente para conocer tu vida

¿Has tenido alguna vez en tu vida un paréntesis, voluntario o forzado, para volver a descubrirte a ti mismo? Este es uno de los interrogantes que se generan en LA TREVA, la nueva producción de La Brutal, y que cuenta con las actuaciones de Clara Segura, David Selvas, Ramón Madaula y Mima Riera.

Sarah, fotógrafa de guerra, y herida en una explosión, tiene que volver a su casa en Brooklyn (Nueva York) después de haber estado al borde de la muerte. Su pareja, James, periodista de guerra, quien había marchado antes que ella de Irak, ha tenido que volver para traerla a casa. El reencuentro en el hogar de ambos, las experiencias vividas, así como la aparición de Richard, su editor y su nueva novia Mandy, obliga a ambos a replantearse muchas cuestiones que hasta entonces no habían aparecido en su vida.

La necesidad de parar, de aceptar lo que uno siempre había rechazado, o sencillamente de replantearse las razones de porque uno se dedica a lo que se dedica son, básicamente (aunque con matices), el argumento de esta obra escrita por Donald Margulies y que, en este caso, dirige el enorme Julio Manrique.

Las producciones de La Brutal comienzan (para mi) a tener un sello propio. Tratar temas escabrosos y duras situaciones, arrancándote alguna que otra carcajada es una forma realmente admirable de enfrentarse a las realidades. Las ayudas audiovisuales y la importancia asignada a bandas sonoras creadas exclusivamente para la función (que además ayudan a disfrutar los cambios de escena) le dan aún más fuerza, si cabe, a sus obras y visten el espacio escénico de forma muy atractiva y elegante.

En el caso de LA TREVA, el descubrimiento (personal) de Mima Riera ha sido totalmente un hallazgo. Los papeles en cierta manera cómicos son muchas veces más difíciles de interpretar. Hacer reír de verdad, cuando no se supone que sea tu aparente propósito, cuesta si se quiere hacer de forma natural. Ella interpreta a Mandy, la joven novia del editor, y su visión de la vida, que inicialmente podría hacernos pensar que es el más pueril y elemental, va resultando en todo lo contrario a medida que su personaje crece con la obra.

El resto de elenco, ya son grandes en si mismo y lo demuestran una vez más en el escenario. Una Clara Segura (Sarah), con esa voz deliciosa y perfecta dicción, a la que podrías escuchar durante horas; el Selvas, a quien se le dan tan bien los personajes de fuerte personalidad y los momentos de explotar en escenario, volvió a hacer gala de su talante para el teatro. Y ¿que podemos decir de Ramón Madaula? El actor que llena el teatro en cada una de sus intervenciones.

Quizá, solo por poner un ‘pero’, diría que pese a la naturalidad de todas las interpretaciones, la química entre Selvas y Segura me faltó en algún momento. Estoy segura que en absoluto es un problema propio de los actores, pues individualmente, están impecables. Pero sea quizá por factores externos, siendo justo la semana del estreno, por la carga emocional que tienen los personajes, o sencillamente problema personal mío, tuve esa sensación en algún que otro momento.

En definitiva, todo el conjunto hacen de esta, función obligada. Para disfrutar realmente del teatro bien hecho y para dar consideración a qué estamos haciendo o, mejor aún, a qué queremos hacer con nuestras vidas. Porque vida, solo hay una. Lo bueno que encontrarán en LA TREVA es que no nos da una respuesta correcta, porque a veces no hay respuestas correctas o incorrectas, sino sencillamente solo hay respuestas.

Si quieren ver las respuestas de sus protagonistas y darse las suyas propias, párense en La Villarroel y no se pierdan esta ‘brutal’ obra de teatro que es LA TREVA.

Crítica realizada por Diana Limones

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