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28.10.2016 Críticas  
Una mordaz crítica a la pasividad

El pasado miércoles 26 de Octubre tuvimos el placer de asistir al estreno de SHAKESPEARE EN BERLÍN, un viaje a través de la Alemania de los años 33 al 46, donde una pareja de recién casados alemanes y su amigo judío y homosexual verán cambiar sus vidas de forma drástica, a la vez que cambia la propia Berlín, y se verán sumidos en situaciones que jamás habrían imaginado.

La obra comienza en el año 33, con la pareja de recién casados, Elsa (Iria Márquez) y su marido Martín (Juan Carlos Garés) que se encuentran en su casa de Berlín hablando de abrirse paso dentro del mundo del cine alemán de la época, cuando reciben la visita de su gran amigo Leo (Chema Cardeña), actor teatral, amante de Shakespeare, homosexual y de ascendencia judía, aunque para nada religioso. Pese a que parecen disfrutar de una vida tranquila, pronto todo a su alrededor dará un vuelco inesperado cuando el nazismo sube al poder y Hitler es proclamado “Führer”. A medida que pasan los años y los nazis instauran sus leyes raciales, campos de concentración, etc. la pareja alemana verá sus sueños convertirse en realidad poco a poco, mientras que a su amigo judío no le espera un futuro tan brillante. Una noche de 1941 tiene lugar un suceso que marcará la vida y destino de los tres personajes para siempre, aunque ellos todavía no lo saben. A partir de este momento el espectáculo toma un cauce dramático ‘in crescendo’ que no dejará a nadie indiferente, con un final que pone la piel de gallina.

SHAKESPEARE EN BERLÍN es un asombroso viaje a través del tiempo y las consecuencias del nazismo sobre el pueblo Alemán, acompañado de una interpretación excelente por parte de los tres actores, que demuestran en todo momento su experiencia y maestría sobre el escenario para entregarnos esta experiencia teatral sublime. A modo de entreacto se proyectan imágenes de los acontecimientos que marcaron cada época, así como un personaje anciano (de identidad desconocida hasta el final) que narra a modo de entrevista su experiencia durante esas épocas en Berlín y la pesadilla que le supuso el exilio y los campos de concentración.

Sin lugar a dudas, SHAKESPEARE EN BERLÍN es una producción muy recomendable que no dejará a nadie impasible. Bajo la dirección de Chema Cardeña, quien también es su escritor y con una duración de 75 minutos que se hacen cortos, ésta obra es una mordaz crítica a la pasividad del pueblo alemán y un recordatorio del infierno que vivieron los judíos no hace tanto. Podréis disfrutar de ella hasta el 30 de Octubre en el “Teatre Gaudí” de Barcelona, no os la perdáis.

Crítica realizada por Marc Dalmau

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