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14.10.2016 Críticas  
Lo que dicte el sistema límbico

El Kamikaze Pavón sigue programando interesantes textos. Esta vez nos brinda el premiado trabajo escrito y dirigido por Ignasi Vidal, premiado como mejor obra en 2015 por los Godoff. EL PLAN habla de amistad, de la crisis, de la dignidad, de las ilusiones frustradas y del sistema límbico. Una sala de estar donde tres amigos se darán de bruces con sus instintos.

Ignasi Vidal, reconocido nombre en el mundo del teatro, dada su trayectoria como actor, escribió este texto allá por 2006, antes del estallido de la gran crisis económica. Desconozco si tuvo algún tipo de revelación, pero la situación que imaginó, es ahora por todos identificable. Algo tan común, que identificarse con esos tres amigos no representa mayor esfuerzo.

Tres amigos en paro, se conocen desde hace más de quince años, deducimos que su amistad se ha forjado entre los muros de una fábrica ahora cerrada y trasladada a Polonia. Una amistad que ha trascendido en el tiempo, se conocen bien, conocen a sus parejas y familias, pero ¿se conocen de verdad entre ellos? Tienen un objetivo que desconocemos. Han quedado en casa de uno de ellos, para de ahí ir a ejecutar un plan. Uno de los tres llega tarde, todo eso, sumado a la avería del coche que iban a usar propiciará una serie de disertaciones en las que se tocarán temas que quizás jamás se debieran haber hablado.

Los tres amigos en cuestión, con marcadas y dispares personalidades, están brillantemente interpretados por Manuel Baqueiro, Javier Navares y Chema del Barco. La tensa situación dará lugar a revelar asuntos del pasado y del presente. El sistema límbico del cerebro, ese sistema que da lugar a las emociones y a los deseos, se pondrá en marcha irremediablemente. Estos amigos que no dudan de su amistad, verán como la situación a la que han llegado les pone a prueba. Están sin trabajo, sin futuro y sin dignidad. Ahogados para llegar a fin de mes, viviendo con el sustento de sus parejas. Una situación desesperada que llama a una solución desesperada. Lo que ocurre es que a estos amigos nunca les ha salido bien nada.

El texto que es una comedia muy Woody Allen, con conversaciones entre surrealistas y descacharrantes, pero con cargas de profundidad que van calando en el espectador. Golpes y contragolpes que disimulan la herida con la risa, hasta que llega lo inevitable. EL PLAN no sale como estaba previsto. Pero no vamos a desvelar de qué manera. Para eso deberán colarse en esa sala de estar y sentarse en medio de estos tres colegas, que bien podrían ser cualquiera de nosotros, y dejar que el sistema límbico cerebral se ponga en marcha.

EL PLAN es un teatro actual, pequeño, cercano, real y muy sugerente. Seduce al espectador desde los primeros minutos. Equilibrio entre la comedia y el drama. Un gran trabajo actoral, mucha sinceridad en escena y sobretodo un trabajo muy digno. Si quieren un buen plan, no dejen escapar EL PLAN. El desenlace da para unas cañas muy animadas después de la función.

Crítica realizada por Moises C. Alabau

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