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28.09.2016 Críticas  
Lo que es mío es mío y de nadie más

“He ido a “Els Matins” de Tv3 y me han preguntado por La Agrado. Que manía tienen con preguntarme por ello. Eso hace que tiren toda mi carrera a la basura”. Así mostraba su descontento Antonia San Juan en su espectáculo MI LUCHA tras su visita al conocido programa de televisión catalán. Una contradicción, dado que la actriz comienza su espectáculo con este monólogo.

La Agrado es el monólogo que la hizo reconocida en el mundo del cine español. Antonia San Juan lo interpretaba en la película “Todo sobre mi madre» de Pedro Almodovar pero, tras ello, la conocida actriz se ha labrado una exitosa carrera en el mundo teatral donde a base de monólogos, lo que a ella le gusta hacer, ha sabido explotar su faceta como actriz.

Antonia San Juan son muchas y a la vez ninguna de sus interpretaciones. Un torrente de cambios repentinos que la sublime actriz vive en el escenario.

En el espectáculo disfrutamos de varias mujeres, algunas más delenguadas, otras más contenidas; pero ninguna muestra indiferencia. Desde una mujer enganchada al Sálvame, a una actriz en horas bajas con ganas de relanzar su carrera a costa de los demás realizando dudosas acciones humanitarias, a una prostituta que busca el amor y aprobación de la familia que la repudió y a la que actualmente sustenta… Mujeres con las que el público llega a empatizar en más de una ocasión, aunque el personaje no se acerque lo más mínimo a lo que es cada uno.

Antonia San Juan es directa. Sabe lo que quiere. Sabe lo que hace. Dice lo que piensa. Y sino, revienta. Y eso es lo que nos gusta. Que reviente. Que su talento en el escenario se esparza para llegarnos cual torrente incontrolable. Por que si Antonia es buena en la comedia, lo es mucho más en los momentos intensos y dramáticos. Esos momentos que te mueven el alma, que te hacen llorar mientras el personaje sufre. Monólogos de escasos 10 minutos que te remueven y te hace sentir y pensar.

Si bien es cierto que su deslenguado vocabulario no deja títere sin cabeza, esto gusta al público. Como ella misma dice; soy una mujer muy leída y, por ello, puedo permitirme el lujo de hacer lo que quiera sin justificar el poligonerismo que desborda por su boca. Pero tranquilos, el poligonerismo está bien situado en la familia, lo podréis comprobar al final del espectáculo.

MI LUCHA es una acumulación de monólogos; la mayoría totalmente nuevos. Monólogos que repasan varios personajes que hemos visto en voz de la actriz y que muestran lo que ha hecho durante los años que lleva metida en el teatro. Su lucha por hacer lo que quiere, en su formato, a su manera… pero dejando claro que está donde está por el esfuerzo de muchos años. Por el amor de su público. Y porque su buen hacer engancha; y mucho.

Crítica realizada por Norman Marsà

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